Me parece oportuno, en esta proxima fecha que nos hace reflexionar sobre nuestra actividad docente, la selección y fundamentación de loa E.E.T. N°9 de Lanús sobre su Profesor Ilustre. (Transcribo textual su fundamentación, escrita por la ex Regente Norma.)
En los tiempos actuales la fama y la celebridad pasan por lo mediático, y la trascendencia de los hechos es efímera y desaparece empujada por la premura de lo nuevo , signada por el escándalo, la violencia y el interés por lograr beneficios e influenciar sobre la opinión. En este mundo donde la velocidad es una constante y la reflexión y el esfuerzo luchan en inferioridad de condiciones se desarrolla la acción de la Escuela , la institución sobre la que recae la responsabilidad de formar los hombres y mujeres que serán los encargados de delinear el país del futuro. Esta labor secular es señalada en los medios de comunicación, generalmente, cuando en ella se produce , entre los miembros de comunidad educativa algún error o existen problemas edilicios o administrativos, que todos se encargan de criticar duramente. Todo esto ocurre porque lo constante , sistemático y cotidiano no es noticia relevante.
Señalar entre los docentes, aquel que se destaca entre sus pares , no resulta tarea sencilla. El Profesor Eduardo Ignacio Saslavsky reúne condiciones personales y profesionales que lo destacan.
Comenzó sus estudios de Física en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, pero muy pronto descubrió su vocación docente, por lo que se inscribió en el Instituto Superior del Profesorado “Joaquín V. González” del que egresó en el año 1979 con el título de Profesor de Física. Su formación fue complementada por cursos de actualización y perfeccionamiento docente; estudios prolongados de música y del idioma francés, éstos últimos certificados por la Alianza Francesa.
Sin embargo lo más destacado del citado profesor es señalar que siempre dedicó su vida a la enseñanza, que al descubrir su vocación eligió una forma de vida, una vida entregada a los jóvenes, en una profesión que no admite la vanidad ni permite verificar el éxito de la gestión; se trabaja para los demás y no se tiene la gratificación de ver resultados, se trabaja para tiempos futuros con la paciencia de hacer las cosas con un alto sentido de responsabilidad sin esperar el éxito o la fama , porque para el docente el éxito es preparar a sus alumnos para el éxito. El docente generalmente siembra sin poder ver el resultado de la cosecha
El Profesor Eduardo I. Saslavsky es reconocido por sus compañeros, preocupado por la excelencia en la cátedra, buscando permanentemente mejorar contenidos y estrategias para actualizar y acercar cada vez más a los alumnos a todo aquello , que desde el conocimiento, le permita crecer e insertarse en un mundo cada vez más complejo. Trabaja sin dificultades con otros docentes para alcanzar acuerdos y definir orientaciones pedagógicas que favorezcan a los alumnos y en concordancia con los objetivos institucionales de la escuela.
Es necesario destacar que, desde lo personal, su trato cordial se extiende a todo el personal de la escuela y sobre todo se destaca en su relación con el alumnado , donde a pesar de dictar una de las llamadas disciplinas “duras” y sin caer en posturas demagógicas o facilistas, con una gran exigencia con respecto al rendimiento de sus alumnos, logra un gran respeto de los mismos, que lo consultan ante problemas escolares y extraescolares, que reconocen su valor profesional , en cuanto a sus saberes y a la transmisión de los mismos, y que admiran el humor que imprime a sus clases y que le quitan la dramaticidad a la Física
Su influencia sobre los educandos es notoria y muchas veces ha logrado cambiar conductas grupales o individuales incorrectas, lo que lo hace un gran colaborador a nivel institución. También es de destacar su participación en todas las actividades de la Escuela , incluso en la preparación, durante varios años , de un grupo musical con los alumnos ; participación en la Muestra Anual de Ciencias y Tecnología y organización de los actos de fin de curso, así como el apoyo que siempre brinda a toda actividad organizada por los alumnos , a los que orienta y acompaña.
El reconocimiento de la tarea de todo docente responsable y con vocación es una deuda que tiene la sociedad, así como con otros profesionales que dedican su vida a mejorar las condiciones de vida de los demás, el valor de la entrega cotidiana debe ser destacada y estimulada; nuestra Escuela ,desde sus orígenes , eligió como nombre el de un docente destacado de Lanús, el Profesor Antonio Rodríguez, porque como ahora proponemos al Profesor Eduardo Ignacio Saslasky, estamos convencidos que son los héroes anónimos y cotidianos , los destinados a mejorar las condiciones de nuestra sociedad, desde la humildad del esfuerzo compartido y desde la alegría de la esperanza renovada.
Señalar entre los docentes, aquel que se destaca entre sus pares , no resulta tarea sencilla. El Profesor Eduardo Ignacio Saslavsky reúne condiciones personales y profesionales que lo destacan.
Comenzó sus estudios de Física en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, pero muy pronto descubrió su vocación docente, por lo que se inscribió en el Instituto Superior del Profesorado “Joaquín V. González” del que egresó en el año 1979 con el título de Profesor de Física. Su formación fue complementada por cursos de actualización y perfeccionamiento docente; estudios prolongados de música y del idioma francés, éstos últimos certificados por la Alianza Francesa.
Sin embargo lo más destacado del citado profesor es señalar que siempre dedicó su vida a la enseñanza, que al descubrir su vocación eligió una forma de vida, una vida entregada a los jóvenes, en una profesión que no admite la vanidad ni permite verificar el éxito de la gestión; se trabaja para los demás y no se tiene la gratificación de ver resultados, se trabaja para tiempos futuros con la paciencia de hacer las cosas con un alto sentido de responsabilidad sin esperar el éxito o la fama , porque para el docente el éxito es preparar a sus alumnos para el éxito. El docente generalmente siembra sin poder ver el resultado de la cosecha
El Profesor Eduardo I. Saslavsky es reconocido por sus compañeros, preocupado por la excelencia en la cátedra, buscando permanentemente mejorar contenidos y estrategias para actualizar y acercar cada vez más a los alumnos a todo aquello , que desde el conocimiento, le permita crecer e insertarse en un mundo cada vez más complejo. Trabaja sin dificultades con otros docentes para alcanzar acuerdos y definir orientaciones pedagógicas que favorezcan a los alumnos y en concordancia con los objetivos institucionales de la escuela.
Es necesario destacar que, desde lo personal, su trato cordial se extiende a todo el personal de la escuela y sobre todo se destaca en su relación con el alumnado , donde a pesar de dictar una de las llamadas disciplinas “duras” y sin caer en posturas demagógicas o facilistas, con una gran exigencia con respecto al rendimiento de sus alumnos, logra un gran respeto de los mismos, que lo consultan ante problemas escolares y extraescolares, que reconocen su valor profesional , en cuanto a sus saberes y a la transmisión de los mismos, y que admiran el humor que imprime a sus clases y que le quitan la dramaticidad a la Física
Su influencia sobre los educandos es notoria y muchas veces ha logrado cambiar conductas grupales o individuales incorrectas, lo que lo hace un gran colaborador a nivel institución. También es de destacar su participación en todas las actividades de la Escuela , incluso en la preparación, durante varios años , de un grupo musical con los alumnos ; participación en la Muestra Anual de Ciencias y Tecnología y organización de los actos de fin de curso, así como el apoyo que siempre brinda a toda actividad organizada por los alumnos , a los que orienta y acompaña.
El reconocimiento de la tarea de todo docente responsable y con vocación es una deuda que tiene la sociedad, así como con otros profesionales que dedican su vida a mejorar las condiciones de vida de los demás, el valor de la entrega cotidiana debe ser destacada y estimulada; nuestra Escuela ,desde sus orígenes , eligió como nombre el de un docente destacado de Lanús, el Profesor Antonio Rodríguez, porque como ahora proponemos al Profesor Eduardo Ignacio Saslasky, estamos convencidos que son los héroes anónimos y cotidianos , los destinados a mejorar las condiciones de nuestra sociedad, desde la humildad del esfuerzo compartido y desde la alegría de la esperanza renovada.
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